- Entrevista: Antonio Raya
- Fuente: Coeditum
Para comenzar el año, os presentamos esta entrevista a Antonio Raya, con motivo del lanzamiento de su recién estrenado cómic Nubes Negras.
Una historia enmarcada en el pistolerismo de los años 20 en Barcelona con 96 páginas de acción, de historia y de realidad, publicada por Trilita Ediciones.
1. En tu relato se nota que te has documentado a fondo sobre el marco de esta época. Los trajes, las formas de entretenimiento, la lucha sindical, la diferencia de clases, los decorados, las inquietudes de los personajes. ¿Cómo has trabajado este aspecto?
Cuando decidí hacer Nubes Negras, sabía lo complicado que era hacer un relato basado en una época tan reciente y tan bien documentada. Así que intenté tener todos los datos necesarios, para que todo fuera lo más fidedigno a ese momento histórico y no cometer errores. Pero quería hacer un cómic, no un libro de historia, así que, como ahora se dice en las películas: hice un guión «basado en hechos reales», haciendo que mi personaje fuera pasando por todos los pasajes que explicaran ese momento. Así como los aspectos que quería remarcar: Emigración, sindicalismo anarquista y los años 20 en España.
A nivel documental, he recibido ayudas de buenos amigos que me han regalado sus conocimientos y sabiduría. Como Antonio Broto, viejo militante de la CNT, culto y gran conocedor de la historia del anarquismo. Martín Vitaliti, grandísimo artista conceptual, que basa su arte en el lenguaje de los cómics, y como no, a Carlota Sánchez, investigadora e historiadora de Historia Contemporánea de la UB, que ahora está haciendo un doctorado sobre el papel de la mujer en el mundo actual.
Para el aspecto gráfico fui buscando fuentes de inspiración que reforzaran la historia, siempre tratándola con respeto y rigor, así quise darle a la parte gráfica un aire que a mí me motivara y que estuviera dentro de mi imaginario. Como por ejemplo, con los jornaleros andaluces, me inspiré en los westerns, con sus injusticias y sus héroes solitarios y la Barcelona de las pistolas, en las películas del clásico cine negro americano.
Asimismo, utilicé fotografías muy conocidas de esa época para apoyar el aspecto narrativo del contenido histórico, como en un documental. Y también la aparición en escena de personajes reales de la época, como el comisario Bravo Portillo y otros.
Otro recurso gráfico a destacar es el color de las ilustraciones, las imágenes están saturadas para conseguir una sensación que nos recordara con más veracidad las imágenes que tenemos en la memoria de esa época.
Sólo quiero decir que he intentado hacer un trabajo honesto y sobre todo explicar una historia, donde cada personaje tiene algo de real para mí.
2. En el libro nos indicas que esta historia está basada en las vivencias reales de muchos emigrantes de la época. ¿Qué hay de personal en el relato?
Tal como indico en la dedicatoria, mi padre que nació en 1929 y fue jornalero en Loja (Granada) hasta los 30 años, me inspiró el personaje protagonista de Nubes Negras. De niño en casa, oía las historias que contaban mis padres sobre su vida en el pueblo, así como la de mis abuelos que vivieron la época que se refleja en el cómic.
Fue por un asunto muy parecido al que relato, que mi padre, hombre de carácter y poco dado a «agachar la cabeza» tuvo que emigrar, porque así eran las cosas con los señoritos allá por los años 50, que no diferían en nada de las que vivieron mis abuelos en los años 20. Había que echarle narices y emigrar. Esas «miserias» como decía mi madre, se contaban en familia y seguro que serían muy parecidas a las de otras familias de aquella época.
3. Por lejanía geográfica y cronológica, desconozco el ambiente del campo andaluz, con los jornaleros, señoritos, abusos y servidumbres. Aquí lo describes de una forma terrible. ¿Cómo le das forma, desde tu conocimiento?
El campo andaluz no era muy diferente a nivel social a otras zonas de España, en esa época. La peculiaridad estaba en los latifundios. Los señoritos o «Cortijeros» eran simplemente los que poseían la tierra y el trabajo, y justo es decir que no todos abusaban de su privilegio, hubo cortijeros honrados y otros que eran como se refleja en Los Santos Inocentes de Delibes, unos sinvergüenzas que aprovechaban su estatus. Era normal que la gente fuera servicial ante ellos, así como lo eran ante Dios y la autoridad.
Lo terrible de esa situación, era que no tenía remedio. Si nacías pobre, así morías. ¿Quién rechazaría poder salir de ello?, la historia de la humanidad es en el fondo una eterna migración en busca de un mundo mejor.
Ahora nos parecería ridículo que un partido político de izquierdas, hablara de la reforma agraria, o que exigiera «Tierra y Libertad» para los pobres. Pero España era rural y la tierra, madre de todo alimento, estaba en pocas manos. Creo que si ahora repartieran fincas de cultivo, pocas familias aceptarían una parcela. El sentido de riqueza es otro y ahora un cortijero es un empresario en precario al que le cuesta vender sus productos agrícolas.
4. Los años 20 son una época especialmente interesante. ¿Qué es lo que más te atrae de ella?
Me fascina esta etapa de la historia, aunque se la ha frivolizado con frases estúpidas como «Los felices años 20» o ser una época de entreguerras y transición, es la etapa más revolucionaria y moderna del siglo XX, de hecho el siglo XX comienza en esa década.
Cuando acaba la Gran Guerra, la humanidad quiere hacer un «reset». El arte, la ciencia, la filosofía, las ideas políticas, la tecnología, la arquitectura, todo es nuevo y las vanguardias prevalecen ante los dogmas y lo establecido. Los jóvenes que no murieron en la guerra dan una patada en el culo al viejo establishment. Como decían al entrar en la escuela Bauhaus, «olvida todo lo que sabes y crea algo nuevo». Si explicara todo lo que se creó o inventó en aquella época, tendría que escribir cientos de páginas. Os invito a conocerla. Pero el solo hecho de romper con todo lo establecido para hacer un mundo nuevo, ya resulta increíble.
Lástima que dentro de las ideas revolucionarias estuviera el fascismo y hubiera otra Gran Guerra.
5. Hablas de la Barcelona de los años 20, como una de las ciudades más violentas del mundo. ¿Realmente lo era tanto?
Sí, a Barcelona se la llamó la «Rosa de fuego» de tanta violencia que había en sus calles, y hubo centenares de muertos y heridos por atentados armados, en la etapa que se llamó de «El pistolerismo».
El Estado, la Patronal y los Sindicatos Libres, contra el movimiento obrero de la CNT, el sindicato anarquista. Fue una lucha sin cuartel y a muerte. Una especie de ciudad sin ley. Con el ejército por las calles y estados de excepción.
Había que tener mucho valor para defender los derechos de los trabajadores sabiendo que lo más seguro es que te pegaran un tiro. La CNT se convirtió en el grano en el culo de la burguesía catalana quien, aparte de jugar a los gánsters, apoyó al general Primo de Rivera para crear la dictadura y acabar con el sindicalismo, aunque luego les salió el tiro por la culata. Fue una guerra sucia, en la que todos hicieron barbaridades. Chicago fue mucho menos violenta, si fuéramos americanos, ya se habrían hecho muchas películas de esa triste etapa de nuestra historia.
6. Los dos personajes femeninos son interesantes, pero a mí, particularmente «La Sole» me resulta entrañable. ¿Representa un perfil habitual de la época?
La Sole, es un personaje que representa la revolución de la mujer en los años 20, una mujer moderna que rompe con las normas de la moral establecida.
Las mujeres de la clase media que se mezclaban con los círculos intelectuales y artísticos de la época fueron las pioneras en quitarse corsés, vestidos de mil capas y faldas hasta los tobillos, para aparecer ante la sociedad con un cambio total. Faldas cortas, pelo corto, fumando, seguras de sí mismas y libres sexualmente.
Pronto todas las mujeres las copiaron. Esa bofetada a la bien pensante sociedad es el principio de la auténtica liberación de la mujer. La Sole es prostituta porque no quiere ser una esclava de una fábrica, quiere ser libre y, sobre todo, decide sobre su futuro, algo que era muy extraño en la España de aquella época.
7. El final queda abierto a una continuación… ¿Habrá segunda parte en tierras americanas?
Sí, de hecho ya estoy trabajando en la segunda parte, y en ella quiero entrar en otro aspecto de la emigración de nuestro país, la de hacer las Américas.
La historia que comienza con el naufragio real del Valbanera, nuestro particular Titanic, se desarrollará en Cuba, en una época llena de sorpresas. Donde una joven república recién independizada de España, hace que nazcan grandes fortunas gracias al azúcar y al contrabando de ron con Estados Unidos a causa de la Ley Seca.
Como podéis imaginar, el cóctel será explosivo. Emigración, luchas raciales, mafias, corrupción política. Vamos, todo lo necesario para hacer un buen relato, o eso espero.